Más de lo que crees

La tenía.
Tenía al excusa perfecta para hablar contigo.
Lo tenía todo pensado.
Te preguntaría sobre ello naturalmente.
Tú,me contestarías.
Yo,haría un comentario gracioso.
Seguramente me responderías,y yo aprovecharía para preguntar por ti,por tu vida.


Si tuvieras un minuto, me contestarías,y con algo de suerte,te entretenería unos pocos minutos más que me animarían y alegraran el día y consecutivos.

Pero no,no lo hice.Porque luego pensé en que yo tenía una excusa para hablar contigo; pero lo que no tenía,era una excusa para que tú hablases conmigo.