El beso se disipó.Ni siquiera el precioso amanecer ablandeció su corazón.Ya lo notaba ella,veía que su príncipe era un principe sin espíritu,como inerte,sin sentimiento.
Su mirada perdida en el infinito,su escasas ganas de abrazarla,de quererla,ella lo notaba.Sus sueños,que ya nunca conocía.
No le importaba mientras existiese un resquicio de esperanza,esperanza que encontraba si éste permanecía a su lado.
Le miró a los ojos,y mientras su alma se desfragmentaba,le susurró al oido:
-Bésame,vuelve a besarme; bésame como se lo harías a ella.