El banco estaba frío.
Normal,según la hora.
Me acomodé,saqué mi carpeta de mi mochila,aparté las hojas sucias y busqué algo en blanco.
Lo encontré,y lo siguiente, fue la pluma.
Cerré los ojos,escuché.
Y escribí.
La inspiración es aquella brisa cálida que acaricia tus sentidos,te llama a un mundo de placer donde sólo tu imaginación está invitada a jugar.Donde el frío no es obstáculo sino ayuda y donde unos pasos a tu lado despiertan tu interés por su interiror.El de la persona.
Donde el humo te embriaga de su perfume,donde sólo estás tú y tu corazón.
Hace tanto que no escribía en la calle...tanto tiempo sin prestar atención al ruido,la muchedumbre,en definitiva,un mundo entero para mí.
Es curioso cada aspecto del mundo a mis pies,cada paso que dan,cada gesto que realizan.
Tan insignificantes todos ellos...
Fantástico.