Subí las escaleras con el mismo ímpetu que quien lava los
platos.
Me llevé el móvil.Esperaba algo,una llamada,un mensaje,algo.
Algo que me haga sonreír.
Me senté sobre la cama,me quité los zapatos y me cubrí con
las mantas.
Acostado,mirando el techo,pensaba.
Dame un motivo.
Una hora después me levanté bajo la atenta mirada de Zink.
Una mirada triste con una agonía indescriptible.
-Zink,no tienes porqué estar triste...
-No te creo.
-Yo tampoco Zink…
-No me des falsas esperanzas…
-No te las daré.
De repente,la alarma de mi reloj sonó,recordándome que era hora de comer.
-Zink,luego hablamos.
Siempre sonrío^^
ResponderEliminarOtra cosa es sonreír con motivo.
tengo una idea , pintare una sonrisa enorme en la pared así te contagiará mi alegría .
ResponderEliminarNo es mala idea^^
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